El toborruedas es el tobogán abierto para usarse con llanta más grande del mercado. Su diseño conjuga solidez, seguridad y un equilibrio entre diversión, facilidad de uso familiar con gran flujo poco vistos.

Su operación es fácil por el bajo mantenimiento que existe en la superficie, gracias a que las llantas desgastan mucho menos el tobogán que los toboganes abiertos de cuerpo, generando un mayor tiempo de vida y sólido retorno de inversión para el usuario final. Es el tipo de tobogán que uno compartiría con sus hijos, su pareja o sus amigos, llenando los álbumes de fotos de recuerdo muy especiales.

El toborruedas tiene 88” (2.23 mts) de ancho y puede hacerse en construcciones de 40 a 200 mts (131 a 656 pies) de largo con tinas de salida sencillas o dobles, combinarse con toboganes cerrados y finalizar en una piscina o canal de frenado.

Sus giros amplios y entrelazados dominan su diseño que hace que los usuarios lleguen hasta lo alto de la orilla del tobogán en cada curva, para seguir bajando y encontrarse con un acelerador que nos hace caer a 45° de pendiente para salir nuevamente disparados a la siguiente curva para terminar salpicando agua en la piscina o canal de frenado diseñado para desplazarnos poco a poco en desaceleración hasta frenar por completo.

La cantidad de agua que utiliza un toborruedas lo convierte en un autentico rio elevado, como si se tratara de un acueducto que conduce a una cantidad de hasta 800 personas por hora en un ajetreo de diversión. Lo más común es que tengan más de 10 metros de altura y menos de 15 metros siendo ahora los diseño de 15 metros preferidos por la mayoría, con largos de hasta 150 metros (492 pies) y llegadas a piscinas enormes que puede conectarse a un rio lento para continuar el recorrido y amplificar la diversión por lo menos unos minutos más.

El toborruedas es el tobogán de llantas que la mayoría prefiere, por su tamaño y seguridad es el que le gente recuerda, y por su longevidad seguramente muchos podrán llevar a sus hijos a disfrutar del mismo tobogán que alguna vez disfrutaron con sus padres.